miércoles, 16 de diciembre de 2009

Guión de Ramiro Tarulli (4º 2ª)

Cenizas del pasado

INT. JUZGADO - DÍA
Camilo yace nervioso sentado en el banco de los acusados las gotas de sudor recorren su frente hasta su cuello y éste las seca con un pañuelo. El juez, al haber analizado todas las pruebas, está a punto de dictar su veredicto, es entonces cuando rompe el silencio de la sala dando dos martillazos contra la mesa, que se convierte en centro de atención de la audiencia.

JUEZ
Luego de un análisis profundo de las pruebas y las declaraciones de los testigos, me veo en la obligación de declarar al acusado, Camilo Pietri, de haber conspirado contra la Constitución Nacional y haber basado su economía y sus ingresos en negocios fraudulentos, altamente vinculados con la venta de droga y armas. Es por eso que, por el poder que el estado me confiere, declaro al acusado culpable. La condena a realizar será la extracción de una fortuna inconvenida, conseguida mediante métodos fraudulentos e ilegales.

Camilo se nota desesperado y comienza a mirar en todas direcciones, sus ojos desorbitados no encuentran punto fijo. Su abogado, sentado a su lado, le susurra unas palabras a su oído.

ABOGADO
Camilo, es lo mejor que se pudo hacer. Con tus antecedentes, eran mínimo 20 años de cárcel pero gracias a algunos arreglos, logramos que sea una fianza pagada con tu propia fortuna. Vas a pagar tu vida de corrupción con tu nueva vida, te deseo suerte.

El abogado se levanta, se acerca al estrado saluda al juez y se retira del recinto, Camilo es llevado por las fuerzas policiales a la salida y en la calle se le retiran las esposas y se lo deja en libertad.

EXT. CALLE - DÍA
En la calle, desorientado, Camilo deambula sin cesar por la zona, atónito por su realidad. En su desesperación Camilo toma sus últimos ahorros y comienza a caminar. Se detiene frente a una casa de armas.

INT. CASA DE ARMAS - NOCHE
El negocio se encuentra totalmente vacío. Camilo cuenta su dinero y le pregunta al vendedor.

CAMILO
¿Qué me podés dar que cueste $1250 pesos?

VENDEDOR
Primero, necesito que me muestre una identificación de comprobación. No cualquiera puede portar un arma.

CAMILO
Mire, la verdad que no tengo una identificación pero acá no hay nadie, ¿por qué no me la vendés? Te quedas con la plata y acá no pasó nada. ¿Te parece?

VENDEDOR
Bueno, pero si se llegan a enterar de que el arma que tenés es de acá, a mí se me acaba el negocio, así que más te vale desaparecer.

CAMILO
Sí, quedate tranquilo que yo no voy a decir nada y por acá no aparezco más.
Camilo carga el revólver con las 6 balas adicionales con las que cuenta y lo guarda dentro de una mochila que él lleva, se pone la mochila y se retira del negocio.

EXT. CALLE - NOCHE
La noche se pone más oscura y Camilo cada vez ve menos. A lo lejos divisa una serie de puntos de luz y a medida que se acerca estos toman fuerza, camina hacia ellos hasta llegar a una plaza en donde se da cuenta de que los puntos de luz son los faros de la plaza.
Camilo abre la mochila, saca el revolver, quita el seguro y se apunta a la sien, pero en el momento de presionar el gatillo, en su campo de visión divisa a una persona durmiendo en uno de los bancos de la plaza, al ver a esa persona, Camilo baja el arma vuelve a poner el seguro y la guarda nuevamente.
Cansado, Camilo encuentra un banco en el cual se acuesta, colocando su mochila como almohada y su abrigo como frazada. Pasan las horas y Camilo no logra dormir, está cansado y con frío pero por más que lo intente no logra pegar un ojo.

EXT. CALLE - DÍA
Camilo se levanta ya que le resulta imposible dormir con el reflejo del sol directo en su cara. Decide ir en búsqueda de un lugar fijo donde vivir y emprende una caminata por toda la zona. Luego de un tiempo de caminar y caminar Camilo llega hasta un puente debajo del cual yace una persona recostada sobre una cama de cartones improvisada, tapado con diarios y revistas.
Camilo se acerca cautelosamente con el fin de conseguir un espacio en el cual descansar, sin despertar al hombre. Camilo toma una serie de cartones, los coloca sobre la tierra y se recuesta. Debido al sueño que tenía, Camilo se duerme rápidamente.

EXT. CALLE - DÍA
Camilo entreabre los ojos levemente y divisa una persona que se encuentra justo enfrente de el. Al principio no logra verla claramente pero a medida que habre los ojos, la imagen se aclara. Al abrir los ojos por completo Camilo se da cuenta de que esa persona es la misma que él había visto a la mañana. Exaltado, se levanta y, al hacerlo, una serie de diarios y revistas que están cubriéndolo caen al suelo.

HOMBRE
Tranquilo, no te voy a lastimar. Lo único que hice fue taparte, me di cuenta de que tenías frío.

CAMILO (balbuceando y acelerado)
Bueno, muchas gracias. ¿Cómo te llamás?

HOMBRE
Yo soy Tobías, y vos, ¿cómo te llamás?

CAMILO
Yo soy Camilo, no tuve la oportunidad de pedirte disculpas, te vi durmiendo acá y yo tenía mucho sueño y

TOBÍAS (interrumpiéndolo)
No hace falta que me expliques, está todo bien, yo estoy en tu misma situación y te entiendo, por eso no te dije nada, pero dejemos este tema de lado, ya no tiene importancia. Ahora decime cómo es que llegaste a estar en esta situación de pobreza.

Camilo se toma la cabeza y con miedo de revelar su pasado corrupto decide no contarle la verdad a Tobías.

CAMILO
Yo tenía una carnicería, era mi único medio de ingreso hasta que comenzaron a bajar las ventas y me vi obligado a subir los precios y a medida que hacía esto, las ventas bajaban más y más hasta que llegó un momento que no pude pagar más el alquiler y me sacaron el local, no tuve otra opción que quedar en la calle.

TOBÍAS
Todas las historias son conmovedoras. Es increíble cómo los hombres que más lo merecen terminan perdiendo todo, vos parecés un hombre bueno y tu historia es trágica, como la de tantos otros.

Camilo, cada vez más comprometido con la conversación que entabló y la posición en que se encuentra, dice:

CAMILO
Bueno, pero basta de mi historia, decime cómo vos te quedaste en la calle.

TOBÍAS
Bueno, era un lunes a la noche cuando llegué a mi casa y encontré a mi esposa con mi jefe, perdón, antes de contarte todo tengo que aclarar: mi jefe me daba casa y trabajo. Sin saber qué hacer, tomé mis cosas y me fui. Al otro día, acudí a la fábrica como de costumbre, tratando de pasar por alto el malentendido pero mi jefe me mando a llamar y me dijo

INT. FÁBRICA – DÍA (FLASHBACK)

JEFE
Mira, Tobías la relación con tu esposa la venimos manteniendo en secreto hace varios años y ya es hora de blanquear las cosas, de ahora en más vos no vas a vivir más en esa casa y no vas a trabajar más en este lugar, ya te podes ir. Acá tenés tu último mes. Chau y suerte.

EXT. CALLE - DÍA

TOBÍAS
Luego de esto, tomé mis cosas y me fui. Pasaban los meses y no pude conseguir vivienda, ni tampoco trabajo y me vi obligado a vivir acá.

CAMILO (secándose las lagrimas, conmovido por la historia)
Es una historia realmente trágica y me hizo llorar, no puedo creer que a una persona como vos le hayan pasado cosas tan feas.

TOBÍAS
Y, bueno, la vida es así. Pero, bueno, basta de estas charlas. Ahora te voy a dejar dormir, yo me voy a buscar algo para almorzar. Chau y que duermas bien.

CAMILO
Muchas gracias por todo. Vos también.

EXT. CALLE - NOCHE
Camilo se despierta y ve a Tobías comiendo de un basural. Su angustia crece y decide que durante 3 meses va a ahorrar hasta el último centavo que pueda aunque deba comer tierra.

EXT. CALLE - DÍA
Luego de 3 meses de ahorrar, Camilo llega a juntar más de $250 pesos. Es de día, Tobías había ido en busca de comida y es el momento en el que Camilo aprovecha para tomar el dinero e irse. Llega hasta la casa de lotería donde tiene pensado ir.

INT. CASA DE LOTERÍA - DÍA
Camilo se acerca al mostrador donde se encuentra un recepcionista, coloca todo el dinero con un golpe seco sobre el mostrador.

CAMILO
Déme todos los boletos que me alcancen con esta cantidad de dinero.

RECEPCIONISTA
Cada boleto vale $1 peso y usted aquí tiene $268 pesos, así que le tengo que dar 268 boletos.

Camilo toma los boletos, los guarda en su bolsillo y le pregunta a la recepcionista.

CAMILO
¿A qué hora es el programa de la lobería?

RECEPCIONISTA
A las 4 de la tarde.

CAMILO
Muchas gracias. Hasta luego.

RECEPCIONISTA
Hasta luego.

EXT. CALLE - DÍA
Son las 4 de la tarde y Camilo debe presenciar el programa de la lotería. Se acuerda que en el negocio de televisores pasan siempre el canal de la lotería y se dirige a él. Al llegar al negocio, Camilo se apoya contra la vidriera y pone toda su atención en el programa en donde el conductor está a punto de decir los números. El conductor comienza a decir los números y Camilo lo mira fijamente.

CONDUCTOR
Los números de esta fecha son: 43, 52, 02, 89, y 23. ¡Hay un ganador!

Camilo se exacerba y comienza a buscar en su montón de boletos uno que coincida, sus manos se chocan por la desesperación y algunos boletos se le caen. Es entonces cuando divisa un boleto que tiene los primeros dos números y los otros están tapados por su mano, retira la mano y los números coinciden. Camilo no expresa sorpresa ni alegría.

EXT. CALLE - NOCHE
Camilo camina de nuevo hacia el puente donde se encuentra Tobías durmiendo. Sin hacer ruido, Camilo se acerca a él y coloca el boleto junto con una nota que dice:

“Para Tobías: Tobías antes que todo quiero agradecerte por haber sido tan amable conmigo, lo que te quería expresar en esta carta es mi verdadera identidad, mi verdadera historia. Yo no tenía una carnicería ni tampoco perdí un negocio, yo era una persona rica y mi fortuna estaba hecha a base de negocios sucios vinculados con la venta de droga. Sin embargo, vos me hiciste abrir los ojos, poder ver otro tipo de persona, alguien bueno que se gana la vida honestamente. Vos sos la persona que menos se merece estar acá, vos te mereces mi vida, estoy seguro que la vas a aprovechar mucho mejor que yo.”

Camilo se dirige hacia donde está su mochila, la abre, toma el revólver que antiguamente había comprado y que está cargado, quita el seguro, apunta a su sien y, sin dudarlo, aprieta el gatillo.