miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los trabajos finales del taller Escribir películas

Este es el primer año que realizo en el marco del Bachillerato Pedagógico del Normal Nº 10 este taller de guión y dramaturgia. Como coordinadora de este espacio, les propuse a todos los alumnos publicar su trabajo final en este blog para que pudieran hacer conocer lo que fuimos armando conjuntamente dentro del aula. La propuesta era escribir el guión de un cortometraje de diez minutos. Cada uno lo elaboró a partir de una idea propia y recibió comentarios de los otros para llegar a estos resultados. No todos escribieron guiones de diez minutos, algunos son más largos, otros un poco más breves, hay una secuencia inicial de un largometraje y un comienzo de una obra de teatro. Los guiones (y la obra de teatro) están en distintos momentos de elaboración, pero en todos los casos dan muestras de un gran avance en la creatividad y la habilidad para contar historias visualmente. En las entradas anteriores encontrarán (o encontraron), entonces, las futuras películas de algunos alumnos del Normal 10.

Guión de Cecilia López (5º 4ª)

Receta de familia (título provisorio)

1 INT. COCINA DE BERTHA - DÍA
Bertha, una mujer de nariz puntiaguda y contextura gruesa de 36 años, vestida con un delantal floreado y desgastado, está frente a la mesada sacando un bloque de manteca de su empaquetado rústico. En el piso está sentada Sara, su hija de un año, que está jugando con retazos de tela.

BERTHA (con acento polaco que siempre mantiene)
¿Estás divertida, méidele?

Sara le contesta con sonidos de bebé. Bertha empieza a cortar la manteca.

BERTHA
Tu hermana se hizo un lindo vestido con esa tela. Pero no hizo sombrero. Que "en Argentina las jó´venes no usan sombrero, Mame". Oy vey.

Sara se ríe del tono burlón de su madre y se pone los retazos en la cabeza. Bertha agarra un bloque de chocolate y lo corta a la mitad. Toma una de las mitades en la mano, calcula el peso balanceándola y decide cortar un poco más. Mete el chocolate y la manteca cortados en un bol de aluminio gastado.

BERTHA (con desprecio)
Le digo io: "¿Qué se creen jóvenes argentinas? ¿Demasiado modernas para sombrero?"

Bertha sirve agua en una cacerola, la pone al fuego, y sobre esa cacerola de agua caliente pone el bold e manteca con la manteca y el chocolate.

BERTHA
Si la chica que trae Samuel no viene con sombrero, no come torta.

2 INT. COCINA DE SARA - DÍA
Sara, que ahora tiene 39 años y la misma mariz que Bertha, saca una batidora eléctrica de la alacena con algo de dificultad. La acomoda sobre la mesada y la enchufa. Su hija Liliana, de 9 años, está parada cerca de ella, lista para aprender a cocinar.

SARA
Bueno. Seis huevos, Lili.

Liliana, orgullosa de poder participar, busca los huevos de una canasta, pero tiene que hacer dos viajes hasta la mesada porque no puede llevarlos todos juntos.

LILIANA
¿Qué más?

SARA
Azúcar; creo que eran cien gramos o algo así.

Sara busca la taza medidora y Liliana se sube a la mesada para sacar el tarro de azúcar de un estante. Sara sostiene la taza mientras Liliana vierte cucharadas hasta llegar a los cien gramos. Sara examina la taza y pone cara de perplejidad.

SARA
Parece poco, ¿no?

Liliana se encoge de hombros.

SARA
Va a estar bien igual, ya es suficiente dulce.

Liliana empieza a romper los huevos dentro del bol de la batidora eléctrica y Sara vierte el azúcar.

3 INT. COCINA DE LILIANA - DÍA
Liliana, que ahora tiene 40 años y se asemeja a su madre salvo por su pelo rojo, corta manteca con rapidez y la pone en un bol de vidrio grueso. Su hija Marina, de seis años, entra a la cocina y se pone a mirar todo lo que hace su madre.

MARINA
¿Pero le podemos poner confites a la torta?

LILIANA (con ternura)
Dale. ¿Y dibujamos florcitas con los confites?

MARINA
¡Sí!

Liliana corta dos barras de chocolate y pone las piezas en el mismo bol que la manteca. Marina, no muy discretamente, se roba un pedazo de chocolate.

MARINA (con la boca llena de chocolate)
¿Sabés qué, mami? En la fiesta que me hizo papi había una torta re linda con forma de Barbie.

LILIANA (tratando de no mostrar celos ni enojo)
¿Ah, sí?

MARINA
Sí. Dijo que la compró Florencia, la novia.

Liliana mete el bol al microondas y aprieta los números con cierta violencia.

MARINA (pensativa)
Igual tenía gusto feo la torta.

4 INT. COCINA DE MARINA - DÍA
Marina, que ahora tiene 20 años y se parece más a su abuela que a su madre, saca un bol de chocolate y manteca derretidos del microondas, que es el mismo que usaba Liliana, solo que más viejo. Tiene un teléfono inalámbrico apresado entre su hombro y su oreja.

MARINA (al teléfono)
Pero, escuchame, ¿vos le dijiste eso?

Mientras escucha la respuesta del otro lado, saca una cuchara de madera de un cajón y revuelve el chocolate y la manteca. Busca en una bolsa de supermercado que está sobre la mesada un paquete de azúcar de un kilo y un paquete de media docena de huevos.

MARINA (mientras abre el paquete de azúcar con los dientes, con cara de haber escuchado lo mismo que siempre escucha)
¡No, Lu!

Se escucha un murmullo agudo y molesto desde el teléfono. Marina mide 250 gramos de azúcar en una taza medidora y los pone en un bol.

MARINA
Pero no tenés que darle bola, si ya sabés que son todos iguales...

Marina empieza a romper los huevos en el mismo bol mientras escucha lo que su amiga le cuenta por teléfono, con cara de aburrimiento. Cada tanto hace algún ruido de asentimiento. Con una minipimmer bate los huevos con el azúcar.

5 INT. COCINA DE SARA - DÍA
Liliana y Sara ya batieron los huevos con el azúcar.

LILIANA
¿Y ahora?

SARA
Y ahora lo mezclamos con el chocolate y la manteca que... ¡Ay, me olvidé, eso iba antes!

Liliana trata de no mostrar que el despiste de su madre la incomoda y va a la heladera para remediarlo. Mira adentro y se vuelve a Sara, que se está agarrando la cabeza.

LILIANA
Ma, no tenemos manteca.

SARA
No, no compré, estaba muy cara. Tiene que haber margarina igual, fijate.

Liliana saca la margarina de la heladera y se la da a Sara, que se pone a cortarla sobre la manteca.

6 INT. COCINA DE BERTHA - DÍA
Sobre la mesada está el bol con el chocolate y la manteca derretidos. Bertha está terminando de batir los huevos con el azúcar con una batidora de mano, con mucha fuerza. Sara ahora juega con una cuchara de madera además de los retazos.

BERTHA (quejosa)
Nadie ayuda en la cocina en esta casa. ¿Para qué seis hijas si cocino sola?

Sara imita los movimientos de su madre con la cuchara de madera.

BERTHA
Los hombres quieren una chica que les cocina. Toda la vida necesitan una mame que los limpia y cocina.

Algo violenta, une el chocolate y la manteca con los huevos y el azúcar.

BERTHA
No sé cómo va a hacer tu hermana que no usa sombrero y no cocina. Si io no tenía el sombrero y no le cocinaba esta torta a tu tate no nos casaban.

7 INT. COCINA MARINA - DÍA
Marina está vertiendo los huevos y el azúcar sobre el chocolate y la manteca ayudándose con una espátula, todavía tiene el teléfono entre el hombro y la oreja.

MARINA
¿Yo? Cocino.

Se pone la espátula entre los dientes para sostenerla mientras reacomoda los bols y pone el de huevos y azúcar (ya vacío) en la pileta de la cocina. Se saca la espátula de la boca.

MARINA (en respuesta a lo que le preguntó su amiga)
Es que a las cuatro vienen los chicos a estudiar. Dicen que cuando hago esta torta todos aprobamos.

Marina empieza a mezclar todo. Se ríe.

MARINA
Sí, es la que hacía mi mamá.

Escucha.

MARINA
Ya sé que es buenísima, ¿por qué te creés que la estoy haciendo?

Escucha, sonríe con timidez y se sonroja un poco.

MARINA
Puede ser...

Escucha y se ríe más fuerte.

MARINA
¡No, no lo estoy tratando de seducir con torta! ¡Dios mío, Lucía! ¿Qué pensás de mí?

8 INT. COCINA DE LILIANA - DÍA
Liliana mezcla los huevos y el azúcar con el chocolate y la manteca. Marina está sentada sobre la mesada con el bol que antes tenía chocolate y manteca, pasándole el dedo y comiéndose los restos.

MARINA
Fue medio aburrida la fiesta de papi. Yo quería que esté Lu.

LILIANA
Pero Lu va a estar mañana. Habíamos hablado con papi que él te hacía una fiesta con los tíos y yo te hacía una en el pelotero.

MARINA
¿Por qué no puede venir papi a la fiesta del pelotero?

LILIANA (tratando de ser delicada)
Maru, ya hablamos de esto. Papá y yo nos divorciamos, ya no vivimos juntos y vos sabés que cuando estamos juntos nos peleamos mucho. No nos pareció justo que vos nos tengas que aguantar peleándonos en tu cumpleaños.

Marina se tira para atrás y apoya el bol en la mesada, pensativa. Liliana sacude la espátula que usaba para mezclar en su bol y busca un paquete de harina. Empieza a medirla.

MARINA
Lu dice que tengo suerte porque tengo más regalos y más torta.

9 INT. COCINA DE SARA - DÍA
Sara está sentada atrás de Liliana, que mezcla los huevos y el azúcar y la margarina y el chocolate muy concentrada.

SARA
¿Por qué siempre le toca a tu grado hacer la feria del plato?

LILIANA
Es por sorteo, ma. Para el 25 de Mayo le tocó a quinto.

SARA
¿Y no quieren que hagas otra cosa? ¿Unas empanadas, un pionono, algo así?

LILIANA (orgullosa)
No. A todas les gusta la torta bombón. Por eso quiero aprender a hacerla.

Sara se ríe. Le saca el bol a Liliana y busca la harina. Liliana agarra la taza medidora.

SARA
Tu babe decía que...

10 INT. COCINA DE BERTHA - DÍA
Bertha saca harina de un costal con una pala y la tamiza. En el colador que usa para tamizarla quedan pedazos de trigo mal molidos y algunos insectos. Sara está vistiendo la cuchara con los retazos de tela, como si fuera una muñeca.

BERTHA (completando la frase de Sara en la otra escena)
Al corazón de un hombre se llega por el estómago, Sara. Creéme, mein kind, cocinas esto para un señor y te quiere siempre. Once hijos te da. Te lleva a "Yejoslovacá" de vacaciones.

11 INT. COCINA DE MARINA - DÍA
Marina termina de mezclar todo con la harina y va a buscar un molde de torta.

MARINA (al teléfono)
Sí, él fue el que dijo eso de que todos aprobamos. También me dijo que me mude con él y con que yo cocine, él se ocupa de todo.

Escucha la respuesta y se ríe. Empieza a verter la mezcla en el molde.

MARINA
No, pero es un boludo, Lu, no va a pasar nada. Estamos dando vueltas con esto hace cinco meses y lo único que pasó fue esa vez en la fiesta de Caro...

Lame los restos de la espátula y la tira a la pileta. Mete el molde al horno. Escucha.

MARINA
Qué sé yo. Según mi bisabuela, al corazón de un hombre se llega por el estómago. Tal vez esta vez funciona.

12 INT. COCINA DE LILIANA - DÍA
Liliana pone el molde de torta, lleno, al horno. Marina mira desde la mesada.

13 INT. COCINA DE SARA - DÍA
Sara pone el molde de torta, lleno, al horno. Liliana, usando manoplas, cierra el horno.

14 INT. COCINA DE BERTHA - DÍA
Bertha pone el molde de torta, lleno, al horno. Sara acuna la cuchara de madera como si fuera un bebé.

15 INT. LIVING DE MARINA - DÍA
Dos hombre veinteañeros y tres mujeres están distribuidos entre los sillones y el piso. En la mesa ratona hay varios libros y papeles desparramados. Entra Marina con la torta terminada, con cobertura de chocolate.

MARINA
A ver si todos aprobamos...

HOMBRE
¡Grosa, Maru!

Los demás también le festejan, pero Marina sonríe por el comentario de él. Se quedan mirándose, se sonríen y ella empieza a cortar la torta. A él le da el pedazo más grande.

16 INT. SALÓN DE FIESTAS INFANTILES - DÍA
Hay unos veinte chicos de seis años alrededor de una mesa que tiene bols de golosinas. En el centro está Marina, sonriente. Hay una mujer sacando fotos. Entra Liliana llevando la torta terminada, con cobertura de chocolate, flores hechas con confites y seis velas prendidas. Todos empiezan a cantar el feliz cumpleaños.

17 INT. AULA DE ESCUELA PRIMARIA - DÍA
Los bancos del aula están tirados hacia una pared. Hay algunos padres organizando. A medida que entran los chicos vestidos con guardapolvos blancos, van dejando un plato envuelto. Llega Liliana con un taper grande con la torta terminada. Orgullosa la deja entre los otros platos y se va a saludar a sus amigas.

18 INT. COMEDOR DE BERTHA - NOCHE
El esposo de Bertha, sus once hijos y Antonia, la nueva novia de su hijo Samuel, están sentados a la mesa. La mesa está bastante limpia; ya terminaron el plato principal. Entra Bertha con la torta ya terminada, con cobertura de chocolate, y la pone sobre la mesa. Mira a Antonia, comprueba que está usando sombrero, y empieza a cortar la torta. Le da el primer pedazo a Antonia y el segundo a Samuel. Cuando se acerca a Samuel le hace un gesto de aprobación y sonríe.

Guión de Gianluca Zonzini (4º 4ª)

Sueño realizado

1. INT.-CASA DE LUIS-DÍA
Luis habla por teléfono.

LUIS
Disculpe ¿me podría pasar con un doctor? No la entiendo a usted. Hace una hora que intento comunicarme con la clínica.

SECRETARIA
Lo siento, llame más tarde nuevamente.

Luis corta el teléfono y se acerca a un perro de color marrón que se halla echado sobre la cama.

LUIS(Cansado)
Morfeo, mi querido amigo, en esa clínica nunca me atienden bien cuando llamo. Además la secretaria habla tan rápido que nunca logro entenderla.

Morfeo emite un pequeño ladrido con la mirada fija en Luis.

LUIS
Morf, no te imaginas cómo extraño a María, hace mucho tiempo que no hablo con ella. Si tan solo ella supiera que la amo, que la quiero tanto desde mis 17 años y que ahora a mis 40 años lo que siento por ella se mantiene intacto… sería todo más simple. Pero no… eso es imposible.

Luis se recuesta sobre la cama mientras acaricia suavemente el lomo de Morfeo.

2. INT.-RESTAURANT-NOCHE
Luis se encuentra sentado en una mesa cubierta por un gran mantel rojo, sentada frente a él está una mujer de cabello rizado y despeinado que le habla sin dar respiro.

RITA(Hablando rápidamente)
Luis, querido, ¿cuándo viene el mozo? Muero de hambre y de sed. Creo que pediré lo mismo que comimos en el bufet del hospital cuando nos conocimos y beberé un café con mucha canela.

LUIS
Genial.

Ante ellos aparece un mozo con una libreta en las manos.

MOZO
¿Qué van a ordenar?

RITA
Me gustaría un sándwich de pollo con un café y con trece cucharadas de azúcar.

MOZO(Estupefacto)
¿Un sándwich de pollo? ¿Escuché mal o pretende acompañarlo con un café? ¿Me ha dicho tres cucharadas verdad?

RITA(Ofendida)
Un sándwich de pollo, con un café con mucha canela y con trece cucharadas de azúcar.

MOZO(Aún atónito)
Está bien, señora, veré qué hago. De todos modos le traeré el azúcar aquí para que se ponga la cantidad que quiera. ¿Usted, señor, va a ordenar lo mismo?

LUIS
No, quiero unos ravioles con salsa boloñesa y una coca, por favor.

MOZO(Aliviado)
Genial, en minutos traeré su pedido.

El mozo se retira, Rita observa a Luis y comienza a hablarle vertiginosamente, este no logra entender lo que dice.

RITA
…entonces mi loro, Lorain, no paraba de hablar, era insoportable, yo le había dicho que…

El mozo aparece frente a la mesa con una bandeja que contiene un sándwich de pollo junto con un café colmado de canela.

MOZO
En momentos traeré su orden, señor, y usted(dirigiéndose de manera asustada a Rita) tiene sobre la mesa el azúcar.

3. INT-RESTAURANT/SUEÑO DE LUIS-NOCHE
El restaurant se encuentra ahora colmado de luces violetas que flotan fugazmente en el aire, frente a él ya no está Rita, se halla María, vestida elegantemente y con el cabello dorado recogido. Tan solo se encuentra su mesa en el restaurant, solo están ellos dos.

LUIS(Desconcertado)
¡María! Qué sorpresa, estás hermosa.

MARÍA
Oh, muchas gracias, vos también estás bastante bien. (Marcando en su rostro una sonrisa perfecta.) Qué hermoso lugar elegiste, me encanta.

De improvisto, Luis comienza a escuchar una extraña voz femenina chillona e insoportable.

MARÍA(Gritando furiosa)
¡Luis, Luis, Luis, Luis!

LUIS
¿Qué ocurre, María? No entiendo, ¿está lloviendo?

4. INT-RESTAURANT-NOCHE
El rostro de Luis está manchado con café caliente. Frente suyo está Rita con aspecto furioso y con una taza de café, llena hasta la mitad, en las manos.

RITA(Colérica)
¡Por fin despertaste, bello durmiente! ¡Es una falta de respeto que te hayas quedado dormido en medio de nuestra charla! Además me hiciste desperdiciar la mitad de mi café. ¡No quiero verte más! ¡Y para que sepas, no me llamo María!

Rita se levanta enfurecida, guarda la taza de café en su cartera y se marcha dando zancadas ruidosas.

LUIS(Indignado)
¡Estúpida narcolepsia! ¡Estúpida enfermedad! ¿Es que esta pesadilla no terminará jamás?

4. EXT-CALLE SOLITARIA-NOCHE
Luis camina por una calle muy poco iluminada. No ve a nadie, apenas se ven unas luces en el fondo de la larga calle. Sus parpados se cierran levemente y se vuelven a abrir. Sus pasos son más lentos y camina con dificultad. Se ve aterrorizado e intenta caminar más rápido. Se duerme.

5. EXT-PLAYA/SUEÑO DE LUIS-DÍA
Luis nada felizmente entre las olas del mar. La playa está prácticamente vacía. En una esquina, Luis divisa a Morfeo nadando emocionadamente junto con una gata de color blanco. En la playa logra visualizar una extensa mesa cuadrada llena de dulces, chocolates y jugos tropicales. Entre medio de las olas se asoma una sirena cubierta con una melena dorada empapada y con una sonrisa alegre en su rostro. La sirena sale del agua caminando con pies humanos.

MARÍA
Lu, qué lindo día que nos tocó.¡El mar está más lindo que nunca! Esto es un sueño, mirá. (Señala a la mesa llena de dulces.) Hay una mesa llena de chocolates y no hay nadie en esta playa, es todo tan incoherente… ¡Pero me encanta!

LUIS
¡María!

De repente Luis comienza a temblar, siente un gran frío, mira sus piernas y ve que solo tiene puesto una maya de color verde. El cielo se nubla, María sale corriendo.
Todo se desvanece.

6. EXT-CALLE-DÍA
Luis abre los ojos y ve un sol gigante saliendo del horizonte. Mira a su alrededor y nota que está tirado en medio de la calle. Se mira el cuerpo y ve que solo tiene su ropa interior, un bóxer de color verde.

LUIS(Indignado)
¡Otro estúpido sueño! ¿Dónde está mi ropa, mis cosas, mis zapatillas, mi reloj, mis llaves? Ah, ahí están las llaves.

Encuentra las llaves arrojadas a su lado, se pone en pie y se marcha, furioso, a tropezones.

7. INT-CASA DE LOUIS-DÍA
Luis al teléfono habla sentado en una silla.

LUIS
Sí, doctor, me dormí en medio de la calle, desperté prácticamente desnudo, perdí todo.

DOCTOR (off)
No se preocupe, mi buen amigo, tengo una buena nueva para usted.

LUIS
¿Qué cosa?

DOCTOR (off)
La cura ha llegado. Sí, ¡escuchó bien! La cura de su enfermedad ha llegado a la clínica. Viene de Inglaterra y pensamos suministrársela.

LUIS (Maravillado, duda unos segundos)
¡Genial! Realmente no puedo creerlo, muchas gracias, doctor, ¿cuándo puedo darme la cura?

DOCTOR (off)
Tratándose de usted, mañana a las 9 AM podría venir y problema solucionado.

LUIS
Muchas gracias, doctor, allí estaré, no se imagina lo agradecido que estoy.

DOCTOR (off)
Qué bueno, Luis, tengo pacientes ahora, así que nos vemos a las 9. Adiós.

El teléfono se corta.

LOUIS
Gracias, doctor, muchas gracias.

Cuelga el teléfono y con una enorme sonrisa llama desaforadamente a Morfeo.
Lo abraza y comienza a danzar en el aire con los ojos cerrados.

LUIS
¡Qué contento que estoy Morfeo! Tantos años de sufrimiento y al fin llega la cura ¡podré ser feliz finalmente!

Mañana a las 8:30 AM saldremos de aquí, te llevaré conmigo.

8. EXT-CALLE-DÍA
Luis camina en medio de la calle, sujetando en una mano una correa azul enganchada en el cuello de Morfeo. Sonríe pero el cuerpo le tiembla levemente.

LUIS
Debo confesarte, Morfeo, que estoy un poco nervioso con todo eso de la cura. Tampoco sé como es, si son pastillas, una vacuna, ¿o qué? Igual ya estoy decidido, por fin terminaré con esto.

Morfeo le responde con un corto ladrido. Luis, repentinamente, se duerme.

9. EXT-BOSQUE-DÍA
Luis se encuentra echado en medio de un pastizal. Alrededor se ven grandes árboles y muchas flores. Desde el otro extremo del bosque aparece María junto a Morfeo y una gata de color blanco. Los tres se dirigen hacia Luis casi flotando. María luce un informal vestido verde y tiene una perla blanca en cada una de sus orejas. Tiene el pelo suelto hasta la cintura, los ojos color miel se ven iluminados por el sol. Morfeo, la gata blanca y María llegan al sitio donde Luis está. Luis se levanta de inmediato.

MARIA
Luis, estoy muy enojada.

LUIS (Sin entender)
¿Conmigo? ¿Por qué? ¿Qué hice?

MARIA
No estoy enfadada por algo que hiciste, sino por lo que vas a hacer.

LUIS
¿Qué haré?

MARIA
Decirle adiós a tus sueños, para siempre.

LUIS (Duda un instante y luego comprende)
Ah, sí, por lo de la cura… me la daré, me tengo que ir, me tengo que despertar, tengo que terminar con esta enfermedad.

MARIA(Con tono severo)
¿Yo soy una enfermedad para vos?

LUIS(Desconcertado)
No, María, para nada, todo lo contrario. Sos, al igual que Morfeo, todo lo que quiero en esta vida.

MARIA (Con tono irónico)
¡Claro! Y justamente por eso, decidís terminar conmigo, excelente, sos de lo mejor.

Luis no entiende y no dice nada.

MARÍA
¿Es que no lo comprendés, Louis? Yo te quiero aquí, conmigo, en tus sueños. Si terminás con ellos, terminás conmigo también y con todo lo que aquí hay para vos, todo lo que te espera. Acá está tu verdadera vida.

LUIS
Pero son solo sueños, no son reales. Yo tengo que vivir la realidad, hacer mi vida sin inconvenientes, hace años que espero este momento, el momento en que mi vida pueda ser normal.

MARÍA
Sos más feliz en tus sueños.

LUIS
No entiendo a qué querés llegar.

MARÍA
Quiero ofrecerte una estadía eterna en el mundo de los sueños. Olvidate de tu otra vida. Vivirás acá por siempre y llegará un día en el que recordarás tu vida del mundo al que llamas real y la verás tan solo como un vago sueño.

LUIS
No entendés, María, en mi vida real sí tengo cosas importantes, como Morfeo.

MARIA
Morfeo está aquí, junto a mí.

Luis ve a Morfeo, este le lame una mano y comienza a jugar en el gran bosque.

MARIA
También está Alaska, tu gata.

Luis voltea y ve a su lado a una hermosa gata de color blanco que le acerca el rostro a una pierna y se marcha a jugar con Morfeo.

LUIS
Es imposible, Alaska había… ella hace un año que…

MARÍA (Lo interrumpe y con una mano le tapa la boca)
Aquí está viva, aquí es donde ella vive. Por siempre y para siempre, al igual que Morfeo y yo.

Luis, maravillado, no puede evitar sonreír.

MARÍA
Tu vida es infeliz en ese mundo al que llamás real. No tenés muchos amigos, estás solo, sin nadie más, no tiene sentido, te aburrís y sufrís en ella.

LUIS
Pero, ahora, cuando me dé la cura será todo mucho más fácil. Tal vez pueda conocer mejor a María. A partir de ahora estaré más seguro…

MARÍA
Luis, ¿es que no lo entendés? La María del mundo real no está a tu alcance.
Ella es solo una fantasía, un ideal que guardás desde tus diecisiete años. Ella ya no existe más. La María de tu mundo murió, murió hace años y lo sabés. Murió cuando tenías dieciocho años. Ya no existe más, no podés vivir siempre en el pasado.
Pero aquí estoy yo, en este mundo soy real y viviré por siempre.

Luis derrama una lágrima. María se le acerca, lo abraza y lo besa en los labios.
Luis la besa con mayor intensidad. Se sueltan y se miran a los ojos.

MARÍA
Entonces, ¿te quedarás aquí con nosotros? Para siempre. Es una decisión irrevocable.
Si te quedás, no podrás salir. Si te marchás, jamás podrás volver. ¿Qué decidís?

10. EXT-CALLE- DÍA
Luis está tirado en medio de la calle, a su lado Morfeo intenta despertarlo desesperadamente. Le lame el rostro y ladra tristemente.

Guión de Manuela Ceretti (5º 7ª)

Silencio atroz

INT. – CLASE DE LITERATURA DE DÉBORA – DÍA
El profesor (55) está sentado en su escritorio recibiendo trabajos prácticos por parte de toda la clase, al notar que una alumna (17) un poco escuálida, rubia, con mirada penetrante, lo mira fijo, no se mueve de su lugar y no entrega su trabajo, se acerca a ella con actitud amenazante, y ella sigue sin prestarle atención a nada ni nadie.

PROFESOR (Con voz grave)
Alumna… ¿Se puede saber por qué no entrega su trabajo, como el resto de la clase?

Al ver que la alumna aún no responde, se acerca más todavía y comienza a hablar más alto que antes.

PROFESOR (Inclinándose sobre la alumna)
¡Responda, alumna! ¿Por qué no entrega su trabajo?

DÉBORA (Hablando por lo bajo y entre dientes)
No lo tengo, no lo hice.

PROFESOR (Cada vez más enojado)
Alumna, hable más alto.

DÉBORA (Un poco alterada, hablando más fuerte, remarcando cada palabra)
Le dije que no lo traje. ¿Qué? ¿No escucha?

PROFESOR (Indignado y sorprendido)
Alumna, no sea insolente. El trabajo debía estar para hoy, déme una explicación o tiene un uno.

DÉBORA (Nerviosa, a punto de llorar)
¡Pero yo no lo tenía que hacer! A mí me dijeron que no lo tenía que hacer, no es justo…

PROFESOR (Desconcertado)
¿Quién le dijo que no lo tenía que hacer? El trabajo era para todos, acá nadie tiene privilegios.

Las lágrimas comienzan a atravesar la cara de Débora, ella no se da cuenta de esto y sigue discutiendo con el profesor, sube el tono de su voz y comienza a golpear la mesa con ambas manos ruidosamente.

DÉBORA
Pero igual, me dijeron que no lo hiciera, entonces no lo hice, ¡no es mi culpa! Ellos me lo dijeron, ¡Ellos me lo dijeron!

PROFESOR
Alumna, tranquilícese. ¿Quiénes le dijeron que no lo hiciera?

DÉBORA (Con tono drástico y mirada ausente)
Todos me lo dijeron.

PROFESOR (Mirando al resto de los alumnos)
¿Quién le dio esas indicaciones a la alumna?

La clase se torna ruidosa, exclamaciones de negación se escuchan alrededor de toda el aula.

ALUMNO 1
Mentira. ¡Yo no dije nada!

ALUMNO 2
¡Lo está inventando todo!

ALUMNO 3
¡Yo no fui, que no mienta!

El profesor pide silencio nuevamente, y al voltearse para enfrentar a Débora, nota que la alumna ya no está en su asiento, y la puerta del curso está abierta de par en par y se escucha a alguien corriendo por el pasillo.

INT. - BAÑO DEL COLEGIO DE DÉBORA – DÍA
El recreo acaba de terminar y el baño de chicas poco a poco se vacía. En el desértico baño se escucha un lamento apenado, un gemido angustiado, un llanto prolongado. Entra una preceptora (45) de aspecto serio, y se sorprende al ver que todavía queda alguien allí. Se acerca poco a poco al origen de tanto alboroto, se sorprende al ver a una alumna resquebrajándose de tal manera en el baño del colegio, le pone una mano sobre el hombro para intentar brindarle consuelo, que es retirada bruscamente a causa de un manotazo.

PRECEPTORA (Con voz dulce y tímida)
¿Hay algo en lo que te pueda ayudar… Débora?

DÉBORA (Entre llantos y gritos)
¡No! ¡Ya les dije que no! ¿Cuántas veces lo tengo que repetir? ¡No, no, no y no!

PRECEPTORA (Un poco asustada)
Les dijiste… ¿A quiénes?

DÉBORA (Con aspecto de estar a punto de colapsar en cualquier segundo)
¿A quiénes? ¡A quiénes! ¡A todos!

PRECEPTORA (Intenta acercar una mano a su hombro nuevamente)
Tranquilizate un poco, no me grites, yo te puedo ayudar…

Débora retira nuevamente la mano de la preceptora bruscamente, comienza a llorar más fuerte aún, mueve la cabeza de izquierda a derecha rápidamente como en negación, y sus manos se cierran fuertemente en señal de sufrimiento.

DÉBORA
¡Me están haciendo mal! ¡Quiero un poco de silencio! ¡Váyanse, déjenme sola! ¡Paren un poco! ¡Basta!

PRECEPTORA (Totalmente asustada, hablando con nerviosismo evidente en su voz)
Quedate acá, no te muevas, voy a buscar al director y vamos a llamar a tus padres, vos lavate un poco la cara, tranquilizate, ya vengo, en un segundo estoy de vuelta…

La preceptora abandona el cuarto de baño poco a poco, se aleja de espaldas a la puerta, retrocede lentamente, como si Débora fuera un león salvaje a punto de atacar, en cuanto se choca con la puerta, se da vuelta dando un giro brusco y escapa tan rápido como le es posible. Débora se queda llorando en el baño a solas.

INT. – LIVING DE LA CASA DE DÉBORA – DÍA
La mamá (40) de Débora está sentada en un sillón junto a la ventana, con su hija (2) sobre sus rodillas, lee un cuento infantil en voz alta y la niña presta atención maravillada por la historia. En la mesita al lado del sillón está el teléfono, que comienza a sonar, la mamá llega a un punto en su lectura e interrumpe para atender. La niña impaciente se baja de sus rodillas y comienza a jugar en el piso.

MADRE
Hola…

PRECEPTORA (Dubitativa)
Sí, eh… ¿hablo con la casa de Débora?

MADRE (Mientras habla juega con un mechón de su pelo y mantiene la vista fija en su hija)
Sí, habla la mamá, ella ahora no está, creo que está en el colegio…

PRECEPTORA (Al hablar tartamudea y se la nota nerviosa)
Si, lo sé, soy su preceptora, necesito hablar con usted sobre su hija…

Se hace un breve silencio, de menos de un minuto.

MADRE
Bueno, la escucho…

PRECEPTORA (Sigue nerviosa)
Es que hoy… Hoy encontré a su hija en el baño en un estado… Bastante… Triste creo yo… Es que, estaba un poco atacada, creo que debería venir a buscarla…

MADRE (Distraída)
En este momento no puedo, estoy ocupada. ¿Lo cree muy necesario?

PRECEPTORA (Decepcionada, dudando sobre qué decir)
Y… A decir verdad, estaba muy… Triste… Le tengo que confesar que hasta me dio un poco de miedo, sino no la llamaría…

MADRE (Aún distraída)
Entiendo, entiendo. Son cosas de chicos, seguro que ya se le pasa, yo no puedo interrumpir mis actividades para ir a buscarla, ya esta grandecita, tiene que aprender a manejarse sola…

La madre deja la frase inconclusa al ser interrumpida por el llanto de su hija menor al caerse jugando. Apresurada intenta zafar de la conversación.

MADRE (Hablando rápido)
Disculpe, hablamos más tarde, se accidentó mi hija…

Corta el teléfono sin esperar a oír una respuesta, corre apresurada hacia la niña, que sigue llorando a causa de un rasponcito en la rodilla, mientras la cura, le canta una canción de cuna para calmarla.

INT. – LIVING DE LA CASA DE DÉBORA – DÍA
En el medio de una habitación grande, la niña, risueña, juega con su mamá. Hay juguetes por doquier, ambas ríen armoniosamente. La mamá la mira con cariño, no le presta atención a nada más que a ella. Se escucha el ruido metálico de las llaves en la puerta, pero ellas no lo notan, la mamá le está haciendo cosquillas a la niña y ella lo disfruta demostrándolo con una risa cándida. La puerta se abre, el viento primaveral inunda la habitación, y rápidamente se cierra de un portazo, dejando entrar a Débora, con una expresión de enfado marcada en su rostro.
Débora revolea su mochila en el sillón más próximo y atraviesa la habitación sin dedicarles siquiera una mirada a su hermana y su madre. En ese momento la madre le dirige una mirada confusa, y sin soltar a la niña se levanta e intenta detener a Débora agarrándola del brazo.

MADRE (Hablando lentamente)
¿Estás bien? ¿Qué te pasa?

Débora no contesta, intenta librarse de su madre con movimientos bruscos, pero la madre la tiene agarrada fuerte por el brazo y no da señales de ir a soltarla. Mientras tanto, la hermana en los brazos de su madre, comienza a hacer puchero y da señales de estar a punto de llorar.

MADRE (Tirando más fuerte del brazo de Débora para obligarla a voltearse)
Contestame. ¡Quiero saber qué te pasa!

Débora, aún dándole la espalda a su madre, tira fuertemente de su brazo y logra soltarse, para así entrar a su habitación.
En el living, queda la madre de Débora sorprendida por la escena que acababa de suceder, la niña, aún en sus brazos, comienza a llorar y se escucha el mismo ruido metálico de las llaves, pero en esta ocasión proveniente de la puerta del cuarto de Débora. La madre se sienta en una silla e intenta consolar a la niña pequeña cantándole una canción de cuna. En cuanto la niña se calma, la deja en su cuarto descansando y cierra la puerta con llave.

INT. - PASILLO DE LA CASA DE DÉBORA/HABITACIÓN DE DÉBORA – DÍA
La luz está apagada. La madre golpea sin cesar la puerta del cuarto de Débora, cada vez más fuerte, cada vez más rápido. No obtiene respuesta alguna. Se va unos segundos y al volver tiene un manojo de llaves en su mano. Se toma su tiempo para buscar la indicada, al encontrarla, la toma por la punta y la introduce en la cerradura, la expresión de su rostro muestra alivio, al ver que es la llave correcta. Le da dos giros y toma la puerta por el picaporte, abriéndola lentamente. Mientras abre la puerta, puede escuchar como Débora discute mientras llora, se queja y grita. Al entrar en la habitación, la madre no puede creer lo que está viendo, Débora discute sola en su cuarto.

DÉBORA (Enojada, haciendo ademanes con los brazos y manos, caminando alrededor de la habitación sin prestarle atención a nada)
¡Ya basta! Te dije que no, eso no lo puedo volver a hacer. Vos callate, no te metas entre nosotros dos. Son unos imbéciles, ¡no entienden nada!

Se sienta en la cama, se agarra la cara con las manos y comienza un ataque de llanto y gritos más fuerte que antes. Mientras tanto, la madre está parada en la puerta en estado de shock, con la mirada fija sobre su hija.

DÉBORA (Entre llantos y alaridos)
¡Hablen más bajo que me ponen nerviosa! Aparte lo van a despertar. Ya basta, vos no tenés derecho a decirme eso, no después de lo que hiciste. Basta vos. ¡¿Cuántas veces tengo que decirte no para que me entiendas?! ¡No quiero hacer eso! ¡Eso tampoco! ¡No te sientes ahí, lo vas a despertar! ¡Cállense todos!

Se escucha un golpe fuerte y seco, la madre cae desmayada sobre la alfombra, pero aún así Débora no se da cuenta de su presencia.

INT. – HABITACIÓN DE UN MANICOMIO – DÍA
Una lágrima cae por el rostro de Débora, su rostro tiene marcada una expresión ausente, sus ojos no se enfocan en nada en particular. Sus brazos están tiesos, sostenidos por una camisa que envuelve todo su torso. Acurrucada en un rincón, no parece escuchar las voces que vienen de afuera, amortiguadas por las paredes gruesas de la habitación.

MADRE (OFF)
Entonces, ¿van a cuidar bien de ella?

SEGUNDA VOZ (30) (OFF)(Una voz femenina, dulce y llena de confianza)
No se preocupe, lidiamos con casos así todo el tiempo. Si usted quiere, más adelante va a poder visitarla periódicamente, dadas las condiciones deberíamos dejar pasar unas cuantas semanas, para que se pueda adaptar un poco a su nuevo hogar…

MADRE (OFF) (Dubitativa)
No sé… No sé si eso sería bueno en este momento. Tengo que ocuparme de mi hija más chica, va a ser difícil para ella aceptar lo que le sucedió a su hermana, usted me entiende…

Se hace un silencio, que da la impresión de ser eterno, finalmente es interrumpido por la segunda voz nuevamente.

SEGUNDA VOZ (OFF) (Intentando sonar comprensiva)
Usted haga como le parezca, si sucede alguna mejora en el estado de la paciente nosotros le notificaremos de inmediato. Siéntase libre de llamarnos por cualquier cosa…

Las voces suenan cada vez más bajo, se alejan hasta ser imperceptibles dejando a Débora en aquella habitación blanquecina, con la eterna compañía de su locura.

Guión de Lucas Schiaffino (5º 2ª)

Futuro incierto

1 INT - DEPARTAMENTO - DÍA
Interior de un departamento, de mañana. Piso 4, pequeño. En las paredes, cuadros abstractos y coloridos, fotos de paisajes, algunas en blanco y negro, otras en sepia, en portarretratos, algunos colgados de las paredes y otros apoyados. Un sillón de dos cuerpos negro, una mesa ratona negra con un centro de mesa blanco, sin televisor. Atrás del sillón, una mesa redonda de vidrio con pie de metal, con cuatro sillas. A la derecha de la mesa, un ventanal que da a un balcón francés, desde el cual se ve la calle y por donde entra el sol. A la izquierda, una barra, una mesada y la cocina. Pedago en la heladera blanca, un imán de un almanaque. La cámara enfoca el almanaque con otros imanes de fondo. La fecha es lunes 23 de mayo de 2045.

2 INT/EXT - DEPARTAMENTO/CIUDAD - DÍA
Luego, la cámara se da vuelta, y se acerca a la ventana. En el exterior del departamento se ve una felicidad general en la cra de las personas que caminan por la calle abrazadas y de la mano. En la esquina se ve parado un robot que lleva a una niña rubia de la mano. De esta manera, la cámara comienza a "volar", sale del departamento, dobla en la esquina, mientras se siguen viendo a las personas contentas, algunos autos voladores, y cada vez más robots. A medida que viajan, va llegando a otras ciudades, donde hay mayor cantidad de autos voladores. Sigue recorriendo lugares, donde se ven quemas de armas, símbolos de paz, colores, flores, gente feliz. En ningún lugar se ve pobreza, ni gente en la calle. En cambio, la gente baila de la mano en la naturaleza, cerca de los árboles, el verde, los ríos y los lagos. Al llegar a unas montañas, la cámara se frena y comienza a retroceder las imágenes en cámara rápida, hasta llegar nuevamente al living.

3 INT/EXT - DEPARTAMENTO/CIUDAD - DÍA
La cámara vuelve a mirar por la ventana, y se ve una realidad totalmente distinta. Personas tiradas en la calle, otras peleando o robando, policías que detienen personas porque sí, maltratándolas sin motivo alguno. En una esquina, la calle cortada por un cordón de oficiales de la policía armados y con escudos. Detrás de ellos, un grupo de policías a caballo y, más atrás, autos hidrantes que tiran agua a los manifestantes. Enfrentados al cordón policial, un gran grupo de personas, algunos con los rostros tapados, con banderas, pancartas con inscripciones reclamando por los derechos humanos. Los manifestantes no van al choque con la policía, sin embargo, esta les tira balas de goma, los camiones hidrantes siguen repartiendo agua por doquier, rompen las vidrieras de los locales que dan a la calle. En un momento, un policía dispara una bala de goma que impacta sobre la pierna de una chica y esta cae al piso. En ese momento, el policía se acerca apurado para atraparla, pero ella se arrastra como puede hacia atrás, y dos de sus compañeros se acercan a ayudarla. Entre los dos la levantan y el pollicía se acerca violentamente y ataca a uno de ellos con la culata de la escopeta, pero él sigue peleando, hasta tomar espacio y llevarla hacia atrás de la multitud y sentarla en el cordón de la vereda.

PABLO
(dejando a Ingrid apoyada en el cordón)
¿Estás bien? ¿Te duele mucho?

INGRID
(enojada)
No, ya está. Esto no puede seguir así, andá y deciles a todos que nos retiramos. Nosotros empezamos una marcha de manera pacífica, y nos están atacando.

PABLO
(desconcertado)
¿Te parece, Ingrid? Llevamos meses planeando esta marcha, preparando todo, ¿y ahora nos vamos a ir así nomás?

INGRID
(firme)
Sí, Pablo, no nos vamos a quedar acá para que nos maten ni para que agarren a alguno de nuestros compañeros. ¡Ya viste lo que quería hacer el cana conmigo!

PABLO
Sí, tenés razón. Ahora vengo.

Pablo se levanta y se dirige hacia adelante.

PABLO
¡Nos vamos, gente! ¡Dispérsense! ¡Nos encontramos en una hora en el lugar de siempre!

Pablo se dirige nuevamente hacia el fondo.
Camina hacia donde se encuentra Ingrid, ve que dos policías están tratando de llevarla y a un compañero que lucha para evitarlo. Mira el piso y ve una baldosa floja, la pisa y la agarra. Sale corriendo hacia donde se encuentra su compañera, golpea con la baldosa el casco del policía, el cual cae al piso. El otro policía da un paso hacia atrás y agarra su arma. Le apunta a Pablo, pero duda en apretar el gatillo, y Pablo consigue arrebatarle el arma, golpearlo, levantar a su amiga y salir corriendo junto a ella.
Mientras tanto, los militantes también intentan escapar, cada uno para un lado distinto, tratando de no ser seguidos por la policía.

4 INT - GALPÓN - NOCHE
Interior del galpón, de tarde, afuera, oscuro. Las luces del galpón, encendidas. Un lugar amplio con las paredes pintadas, llenas de distintos carteles y banderas que eran usadas en las marchas. Un techo de chapa muy alto, del cual cuelgan los tubos de luz. Una mesa larga de madera, donde algunos de los militantes están sentados, hablando unos con otros. Poco a poco, van llegando cada vez más integrantes de la organización, todos preguntan por el resto de sus compañeros. Al fondo del galpón, una oficina.

5 INT - OFICINA DEL GALPÓN - NOCHE
Adentro de la oficina, algunos tachos de pintura sobre el piso, e Ingrid y Pablo hablando, mientras él le cura la herida que la bala de goma provocó en su pierna.
Pablo pone alcohol sobre la lastimadura de la pierna de Ingrid.

PABLO
Estoy preocupado, negra, no los vi ni a Drako ni al Bicho.

INGRID
(con cara de dolorida)
¿Qué pensás? ¿Creés que los agarraron? Sin ellos, no podemos empezar la reunión.

PABLO
No sé qué pensar, la policía cada vez está más dura con la gente que reclama por sus derechos.

INGRID
Sí, eso es verdad, mirá cómo me dejó la pierna el hijo de puta ese. ¿Con qué derecho? ¿Por qué lo hizo? Nosotros estábamos peleando por nuestros derechos, pero en paz, sin agredir a nadie.

Pablo deja el alcohol sobre una lata de pintura, toma una cinta y una gasa y tapa la herida.

PABLO
Sí, pero son así. Las órdenes del gobierno son esas, y ellos son títeres que las cumplen. Voy a ver si los otros dos aparecieron, ahí vengo.

INGRID
Dale.

Pablo se levanta y sale. Mientras tanto, Ingrid se queda sentada sobre uno de los tachos de pintura, y agarra unos panfletos que están en el piso y se los pone a ver. Luego, entra Pablo y se sienta al lado de ella, en otro tacho.

PABLO
Me dijeron que no los vieron por ningún lado, y es raro porque ellos siempre llegan antes que nadie, sabés que son muy hábiles para escaparse de la cana.

INGRID
¡La puta madre! (Le da un golpe a la pared con el puño.) Esto cada vez está peor. Bueno, vamos a decirles a todos que la reunión queda pendiente hasta nuevo aviso, no es conveniente hacerla sin ellos.

PABLO
Sí, coincido, vamos.

Ambos se levantan y salen.

6 INT - GALPÓN - NOCHE
Pablo se para arriba de la mesa, hace un chiflido con la boca y baja de la mesa de un salto. El galpón queda en silencio, y todos se voltean para prestarle atención a Ingrid y a Pablo.

INGRID
Compañeros. Lamentablemente tendremos que cancelar la reunión. Como muchos de ustedes saben, el Bicho y Drako no aparecen por ninguna parte, y son necesarios para comenzar la reunión. Les pedimos disculpas.

Los militantes comienzan a salir del galpón y quedan solo Pablo e Ingrid sentados en la gran mesa de madera.

INGRID
Pablo, mecesito pedirte un favor, pero no quiero que me empieces a cuestionar.

PABLO
Eso me da miedo, pero bueno, dale. Si puedo, te voy a ayudar.

INGRID
Creo que me van a venir a buscar, y de ninguna manera quiero terminar ni presa ni torturada, necesito tu ayuda.

PABLO
Sí, negra. ¿Querés que nos borremos por un tiempo? Mi tío tiene una casa en...

INGRID
(hablando encima de Pablo)
No, Pablo, eso sería muy fácil y no soluciona nada. Quiero que me des la pastilla que le diste a Rolando cuando lo estaban persiguiendo a él, solo para tenerla, en caso de necesitarla.

PABLO
¡¿Estás loca?! ¿Preferís morir antes que seguir luchando?

INGRID
Sabés que yo doy la vida por este movimiento. Creo que me están buscando por todos lados, y también que me pincharon el teléfono. Sabés cómo se manejan estos, el día que menos lo esperás, estás caminando por la calle, salen tres flacos de un coche, te meten adentro y nunca más se sabe de vos. Además, tengo miedo de no poder aguantar, y hablar de más, y hundirlos a todos.

PABLO
(levantando el tono)
Pero, loca, ¿es necesario que te mates?

INGRID
¿Vos querés seguir luchando por tus derechos y por los de todo el mundo? Sí, quiero que mi vida tanga sentido para la causa, al menos. Venimos luchando hace mucho, zafé muchas veces, algún día me van a agarrar.

PABLO
Borrate, andate a otro país.

INGRID
(Se levanta y da un golpe sobre la mesa.)
¡Pero, Pablo! ¿Me estás cargando? Me dijiste que me ibas a ayudar, sabés que es imposible que pueda salir del país sin que me agarren. No puedo presentar mi documento en ningún lado, y lo sabés.

PABLO
¡Sí! Te quiero ayudar, pero no es tan fácil darte eso, sabiendo que la vas a usar. Sabés el cariño que te tengo, no es fácil. ¡Ponete en mi lugar!

Ingrid se vuelve a sentar, más calmada y le agarra la mano a Pablo.

INGRID
Escuchame. Dedico mi vida a este movimiento, y si hoy me toca a mí, me voy a jugar todas las cartas para defenderlos, como lo hizo Rolando en su momento. Pero me tenés que prometer que si a mí me pasa algo, vos y el resto van a seguir luchando y mi muerte no va a ser en vano.

Pablo baja la cabeza unos instantes y vuelve a mirar a Ingrid a los ojos.

PABLO
Está bien, pero si me dejás acompañarte hasta tu casa.

INGRID
(con una sonrisa pícara, divertida)
Solo si me acompañás en silencio.

PABLO
(ríe, y con una sonrisa en la cara)
Bueno, pero solo por que me lo pedís vos.

Se abrazan, se dirigen hacia la puerta, bajan los interruptores de luz, Pablo abre la puerta, la deja pasar a Ingrid, junto con la luz del exterior que ilumina el interior, pasa él, y se cierra la puerta.

7 EXT - CALLE - NOCHE
Pablo e Ingrid caminan juntos por la vereda de una calle oscura y solitaria, con luces que iluminan solo un círculo debajo de ellas. Al llegar a la puerta del edificio de Ingrid, ella se detiene, mientras la luz de la entrada se prende y apaga. Se abrazan udrante unos instantes, y él le tiende el grazo con la mano cerrada. Ella abre su mano y la aproxima a la de él. Pablo abre la mano y deja caer la pastilla en la mano de Ingrid. Ingrid la gurada en el bolsillo.

PABLO
Cuidate, negra, por favor. No la tomés al pedo, solo si los tenés muy encima... y no te queda otra.

INGRID
Pablo, quedate tranquilo. Y gracias por acompañarme.

Ingrid toma las llaves de un morral que lleva colgado, se da vuelta, abre la puerta, mira a Pablo, y entra en el edificio.

8 INT - DEPARTAMENTO DE INGRID - NOCHE
Entrada del departamento, Ingrid pone la llave en la cerradura, abre la puerta y entra. Se dirige hacia el teléfono, mira el contestador automático, el cual marca un mensaje nuevo. Aprieta el botón, y el mensaje es un silencio. Luego se da vuelta, y va hacia la mesa, deja el morral y saca las cosas del bolsillo, entre las monedas y billetes, deja la pastilla. Se lleva la plata al cuarto, deja la pastilla arriba de la mesa. Se saca la campera, el jean y las medias, va al baño, se lava los dientes y se dirige a la habitación.

9 EXT - CALLE/ENTRADA DEL EDIFICIO DE INGRID - NOCHE
Exterior del edificio, noche. La luz de entrada del edificio se prende y se apaga. Pablo se queda mirando unos instantes la puerta del edificio, mira hacia arriba, directamente hacia la ventana de la habitación de Ingrid. Las luces de la habitación se apagan, vuelve a mirar hacia la calle y se va caminando por la calle solitaria y oscura hasta desaparecer entre la oscuridad y la neblina de la noche.

10 INT - DEPARTAMENTO DE INGRID - DÍA
Interior del departamento. Habitación de Ingrid. Ella, acostada en la cama, el reflejo del sol que entra por la ventana le da en la cara, y la despierta. Se estira, se sienta en el borde de la cama unos instantes, se levanta. Va al baño, se cepilla los dientes, se lava la cara y se seca con la toalla. Se dirige hacia la cocina, enciende un fósforo, gira la perilla del gas y enciende la hornalla. Carga agua en la pava y la apoya sobre el fuego. Luego agarra el azúcar y el café de la alacena, los apoya en la mesada, saca la leche de la heladera y también la apoya. Toma una taza, le agrega el café, el azúcar. Va hacia la mesa, saca unos panfletos que tenía dentro del morral y se los pone a leer, unos instantes después, la pava comienza a hacer ruido. Deja los papeles sobre la mesa y vuelve hacia la cocina, apaga la hornalla, sirve el agua sobre el café y el azúcar, agarra una cuchara de un cajón y revuelve el café. Le agrega un poco de leche, la guarda en la heladera, agarra el café y va hacia la mesa.
Apoya el café sobre la mesa, se sienta en la silla que mira hacia la ventana, es un día despejado, soleado, muy luminoso. Se acerca los papeles para leerlos, y toma un trago del café. Junto con los papeles arrastra la pastilla y se la queda mirando. Quita la mirada de la pastilla y la enfoca en los papeles mientras sigue tomando el café. En ese instante, se escucha la sirena de la policía. Se le agrandan las pupilas, se levanta rápido de la silla, va hacia el ventanal y mira. En la puerta de su edificio, tres patrulleros estacionados y seis efectivos armados derriban la puerta de entrada. Ingrid va despacio hacia la mesa, agarra la pastilla y el café, se pone la pastilla en la boca, le da un trago al café y traga.
Se acerca a la puerta, y se le comienza a nublar la vista, al mismo tiempo que escucha el ruido de las botas golpear sobre los escalones de la escalera de emergencia. Los efectivos llegan a la puerta del departamento, le pegan un tiro a la cerradura, abren la puerta e ingresan a la casa. Al ingresar y mirar hacia la barra, la ven a Ingrid tirada en el piso, muerta por el efecto del cianuro.

Guión de Natalia Pérez (4º 2ª)

El niño perfecto

1 INT - CASA DE LOS JOCKER - NOCHE
Después de una cena en un restaurante, Gabriel Jocker y su esposa embarazada llegan a su casa. Y ni bien entran, empiezan a escuchar ruidos fuertes complementados por gritos provenientes de la casa de sus vecinos, los Carter.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER (25 años)
(angustiada y perpleja)
¡Qué horror! ¿Esos gritos son de los Carter? ¡Llamá a la policía!

GABRIEL JOCKER (28 años)
(ocultando su propia preocupación para tranquilizar a su esposa)
Tranquila, querida. ¿Qué policía? ¡Vayamos nosotros a ver qué pasa! Vas a ver que va a estar todo bien.

2 EXT - AFUERAS DE LA CASA DE LOS JOCKER - NOCHE
Corriendo, los Jocker van a ver qué es lo que pasa en la casa de los Carter.

3 INT - CASA DE LOS CARTER - NOCHE
Ya dentro de la casa de sus amigos, los Jocker se asustan aún más al ver el causante de los ruidos, era un niño físicamente deforme y agresivo que golpeaba a los Carter.

4 INT - CASA DE LOS CARTER - NOCHE
Entre todos lograron calmar al niño. Lo agarran de los brazos y le dan en pastilla un tranquilizante, los Carter suben las escaleras con él para dejarlo solo en una habitación para que se tranquilice mejor. Luego bajan para hablar con sus vecinos.

5 INT - CASA DE LOS CARTER - NOCHE
Con el niño ya calmo, los Carter se deciden a confesar sobre la situación.

JORGE CARTER (35 años)
(severo)
Creo que les debemos una explicación y, claro, gracias por la ayuda.

GABRIEL JOCKER
(perplejo)
De nada... saben que siempre pueden contar con nosotros, pero ¿quién es ese nene?

LUCIANA NOLI DE CARTER (32 años)
(afligida)
Es nuestro hijo, Juan Manuel Carter.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER
(muy conmocionada por la noticia)
¡¿Su hijo?! ¿Tienen un hijo y nunca nos lo dijeron?

JORGE CARTER
(pesaroso)
Perdón, deberíamos haber confiado, pero es muy complicado, lo teníamos oculto por su bien.

LUCIANA NOLI DE CARTER
(con firmeza)
No podemos permitir que nada le pase, solo lo estamos protegiendo.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER
(con ineptitud)
¿Protegiendo de qué?

LUCIANA NOLI DE CARTER
De la cruel sociedad en la que vivimos. Como se habrán dado cuenta, Juan Ma es especial.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER
(desconcertada)
Sí... pero es ridículo esconder a su propio hijo, de verdad que no los entiendo.

JORGE CARTER
(perturbado)
No tuvimos otra opción. Nosotros usamos con él el programa de "Changeminds", el de alteración genética, para que sea una persona exitosa y sin dificultades. No queríamos que tenga problemas en su vida, como los tuve yo o Luciana.

GABRIEL JOCKER
(desconcertado)
Entonces... ¿qué fue lo que le pasó?

JORGE CARTER
Ni bien nació pudimos ver en él diferencias con otros niños, pero creíamos que era parte del procedimiento.

LUCIANA NOLI DE CARTER
Después de hablar con los médicos, nos dijeron que por razones desconocidas nuestro hijo no era normal, y que un niño de cada mil al que le realizan esta alteración genética le pasa lo mismo, pero nos mencionaron que no podíamos hacer nada al respecto, y que además nosotros accedimos al procedimiento sabiendo que tenía sus riesgos y que no es aprobado por el gobierno.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER
(muy preocupada, pero susurrándolo)
¡Ay dios!

JORGE CARTER
(acongojado)
Si las personas se enteran de que nosotros tenemos un hijo al que lo manipulamos genéticamente y todo salió mal, nuestra vida sería un infierno. Primero se llevarían para investigaciones científicas a nuestro hijo y dios solo sabría qué sería de nosotros.

GRABRIEL JOCKER
(suplicante y disgustado)
Ah, no... No lo puedo creer. ¿El proceso de alteración genética se puede revertir? Al igual que ustedes, nosotros cometimos el mismo y maldito error.

JAZMÍN VÁZQUEZ DE JOCKER
(rompe en llanto)
No puedo creer que eso sea cierto, nos garantizaron la perfección y felicidad.

JORGE CARTER
Sí, se puede revertir, hasta que no nazca. Solo en la gestación se puede revertir. Pero como en todos estos procedimientos indebidos, no hay seguridad de nada.

6 INT - SALA DE OPERACIONES - DÍA
Los médicos intentan revertir el proceso de alteración genética que habían realizado anteriormente del niño no nato de los Jocker. Se valen de inyecciones con sustancias que los profesionales creen que pueden reacomodar al ADN del niño para que sea similar a como era antes de la manipulación genética. Las inyectan en él desde la panza de la embarazada.

7 INT - SALA DE OPERACIONES - DÍA
Creyendo que lastiman a su amiga, el pequeño Juan Manuel Carter irrumpe en la operación. Forcejea con los médicos que trabajan sobre Jazmín para alejarlos.

8 INT - CLÍNICA - DÍA
Enfermeros y asistentes sacan al desenfrenado y envilecido niño de la sala de operaciones. Al identificarlo, lo llevan con sus padres.

9 INT - SALA DE OPERACIONES - DÍA
Los médicos dan por concluida la operación por este atroz imprevisto.

ENFERMERA LAURA (40 años)
(con obligación)
Doctor Batleby, la sala de operaciones ya no se encuentra en condiciones higiénicas para seguir operando.

BATLEBY (52 años)
Sí, ya sé, Laura.

ASISTENTE MARCONI (44 años)
(asombrado)
¿Entonces vamos a tener que posponer lo que queda de la operación?

BATLEBY
(con voz autoritaria e imperiosa)
Es que no queda mucho más por hacer, además el plazo para revertir la manipulación genética está por concluir.

ASISTENTE MARCONI
(preocupado)
Pero, doctor, no tenemos la certeza de que lo que hicimos hoy sirvió.

BATLEBY
(erudito)
Marconi, es muy riesgoso volverla a operar, el nene ya está por nacer.

ASISTENTE MARCONI
(extrañado)
¿Está dejando las cosas al azar, doctor? ¿Si sirvió, sirvió y si no, no?

BATLEBY
(alterado por el comentario de su intrépido asistente)
¡No! ¿Cómo que al azar? Yo no dejo nada al azar. En primer lugar, este procedimiento no está validado científicamente. Y nosotros en este momento no tendríamos que estar corrigiendo esto, es una locura alterar los genes de una persona.

ASISTENTE MARCONI
(irónico)
Perdón, doctor, tiene razón. Disculpe mi comentario.

BATLEBY
(también con ironía)
Sí.

10 INT - SALA DE PARTO - DÍA
Finalmente, después de un mes, nace el hijo de los Jocker. Al verlo, la partera exclama:

PARTERA
(con admiración)
¡Pero qué niño tan perfecto!

Guión de Romina Ponzo (4º 4ª)

¡Feliz día, mamá! (título provisorio)

1 INT. DORMITORIO DE RAMIRO - NOCHE
Ramiro de 8 años, está recostado en la cama de abajo, mirando los tirantes de la cama de arriba, aunque con la mirada perdida. Mira el reloj del cuarto, el cual está en la pared opuesta de su cama, y ve que son las 20:15. Se sienta en la cama y, sin tocar el piso, busca sus alpargatas. Una vez que las encuentra, se calza y decide salir de la cama donde está en penitencia hace un rato largo.

2 INT. COMEDOR DE LA FAMILIA DIAZ - NOCHE
Ramiro camina por el comedor y frena para observar a cada uno de sus hermanos, como están en su mundo. Matías (13 años) está sentado en la silla frente a la computadora, con el brazo derecho apoyado en el escritorio agarrándose con la mano el mentón y sosteniendo su cabeza mientras, con el brazo izquierdo, tipea. Su hermana Micaela (17 años), arrodillada en el sillón, habla entretenidamente con su novio, Germán (21 años), el cual está sentado inclinando el cuerpo para el lado izquierdo donde se encuentra su novia, hablando de algo que Ramiro no puede oír. Ramiro vuelve a mirar la hora y se da cuenta de que han pasado 5’ (20:20), decide hablar con Mariana, su mamá, para ayudarla, para lo cual retoma el trayecto para la cocina. Frena frente a la puerta de la cocina, se trata de tranquilizar, toma valor, inspira bastante aire, se llena los pulmones de coraje, pero tiene un poco de miedo.

3 INT. COCINA DE LOS DIAZ - NOCHE
Ramiro entra a la cocina, Mariana (tiene unos 40 y tantos años de edad) no se da cuenta, ya que está cocinando bastante concentrada. Está preparando la comida arriba de la mesada, que está en la pared opuesta del lugar donde se encuentra su hijo. Este, al darse cuenta que la madre no lo registra, decide hablar para que ella cambie de actitud.

RAMIRO (Con timidez y jugando con sus pies, pisando el pie izquierdo y luego el derecho, en forma sucesiva)
Mami, sé que me porté muy mal hoy, pero quería pedirte disculpas, a partir de ahora hasta que me vaya a dormir me voy a portar re bien, es más voy hacer más caso que Fiona.

MARIANA(Disimulando una sonrisa)
No hace falta que te compares con un perro, vamos a hacer un trato, ¿te parece?

RAMIRO
Bueno, dale.

MARIANA
Yo te levanto el castigo si te portás bien en lo que queda del día y ponés la mesa antes de que vengan la abuela, el tío Gaby con tu tía y primita.

RAMIRO(con entusiasmo)
Oki doki, mami. ¿Pero qué platos pongo?

MARIANA (pensativa)
Poné los platos playos azules de cerámica y las copas. Cualquier cosa me avisás.

Ramiro, ya casi con medio cuerpo afuera de la cocina, cuenta con la ayuda de los dedos la cantidad de invitados.

RAMIRO
Bueno, yo te aviso, mami… y perdón por lo de hoy.

MARIANA(Con dulzura)
No hace falta que me pidas perdón a cada rato, con que hagas caso alcanza. No te olvides de avisarme cuando termines con la mesa así me fijo que esté todo en orden.

Ramiro se retira de la habitación y la madre sigue cocinando.

4 INT. COMEDOR DE LOS DIAZ - NOCHE
Ramiro busca los platos de cerámica. Va hacia una de las puertas inferiores del modular de roble, donde se guardan los platos; la abre y saca 11 platos playos de cerámica azules. En una parte superior del mismo mueble, se encuentran todo tipo de vasos. Ramiro busca un banquito, lo encuentra y lo pone frente del mueble para sacar de ahí 11 copas redondas y cortas. Los cubiertos se los alcanza la madre, y ahora sólo le queda poner la mesa.
Ramiro, tarareando una canción (Cruela de Vil), pone plato por plato, copa por copa y cubierto por cubierto. Le falta un solo juego de cubiertos más, precisamente el de la cabecera de la mesa. Ve entrar en el hall a su padre, Carlos (está por cerca de los 50 años), con la valija y una campera de jean un poco desteñida por el uso.

CARLOS
Buenas, ¿cómo te va?

Ramiro saluda a su padre con abrazo y luego con un beso sin dejar los cubiertos que tiene en la mano derecha.

RAMIRO
Bien, poniendo la mesa así la ayudo a mamá.

Carlos mira con mucha atención la mesa mientras apoya suavemente la valija en el piso y acomoda su campera en el perchero.

CARLOS
Pero… ¿por qué pones la mesa así?

Ramiro deja el último juego de cubiertos en un costado.

RAMIRO
Porque así me lo dijo mamá, así que yo le hago caso.

CARLOS (Moviendo la cabeza en forma de negación)
No puede ser, hoy hablé con mamá al mediodía y me dijo que cenábamos sopa-crema. Andá y cambiá los platos por los platos hondos del mismo juego y esas copas feas por los vasos cuadrados largos.

Carlos se va a su habitación a cambiarse, Ramiro, con su cara de contento porque iba hacer las cosas mejor, cambia la vajilla según lo dicho por su padre. Arma una pila con los platos que había colocado en la mesa, los guarda y saca la pila de platos correspondientes. Una vez que tiene la pila en una de las puntas de la mesa (mejor dicho del lado que está cerca de la cocina y del hall), saca vaso por vaso y los acomoda al lado de los platos hondos. Una vez que tiene todo afuera, coloca la vajilla en la mesa mientras tararea la canción de Hakuna Matata.

5 INT. COCINA DE LOS DIAZ - NOCHE
Mariana, que sigue internada en la cocina, ahora está cortando unos pedazos de manzanas, a los que luego coloca en una compotera y caen arriba de los pedazos de sandía y kiwi. Cuando empieza a lavar las uvas para seguir preparando el postre, entra Ramiro muy contento.

RAMIRO (bastante tranquilo, con una sonrisa de oreja a oreja, por lo cual se ve que no tiene un colmillo inferior)
Mami, te venía a decir que terminé de poner la mesa, así la podés ir a ver.

MARIANA(Bastante atareada con voz de cansada y dulzura)
Bueno, esperá a que termine de colocar las uvas en el bol, me lavo la manos y voy. Mientras, guarda los cubiertos en el cajón, por favor.

RAMIRO
Ya lo hago, ma. ¿Querés que te deje algún cubierto a mano?

Mientras su mamá mete las uvas en la compotera y Ramiro guarda con mucho cuidado y tranquilidad los cubiertos en el cajón que está debajo de la mesa.

MARIANA
No, Rami, por ahora con estos me alcanza.

Mariana se seca las manos con un repasador y se saca el delantal.

MARIANA
Bueno, vamos a ver si se te puedo sacar el castigo.

RAMIRO(Sonriendo y con entusiasmo)
Espero que me lo saques porque sé que lo hice como lo pediste.

Pero en ese momento tocan timbre. Mariana se acerca al teléfono del portero eléctrico y contesta.

MARIANA(Con intriga)
¿Quién es?

Del otro lado le contestan.

MARIANA
Bueno, ahí voy.

Cuelga el teléfono. Se agacha y lo mira a Ramiro.

MARIANA
Es la abuela, voy abrirle la puerta, vengo y veo cómo pusiste la mesa. Vos, mientras, espérame.

Ramiro va hasta el hall, se sienta en el piso y llama a su perra, ella viene y se echa al lado del nene. Este le hace mimos esperando la vuelta de su madre.

6 INT. HALL DE LOS DIAZ NOCHE
Al cabo de 5’ entra la madre del chico, seguida por la abuela (70 años) y el esposo (73 años), el cual trae en la mano izquierda una bolsa blanca casi transparente en la que se ven tres huevos Kínder. Ramiro se para y saluda a cada uno.

ALICIA(Con alegría, apretándole los cachetes)
¿Cómo anda el nene más bonito de esta casa?

Alicia le da un beso, y le deja el cachete marcado de color rojo. Ramiro se limpia el cachete con el hombro y pone cara de asco.

COCO
Ali, no te pongas pesada, déjalo un poco tranquilo al nene.
(Dirigiéndose a Ramiro)
Hola, campeón, ¿cómo te va?

RAMIRO
Todo bien…
(Perdiendo la vista en la bolsa)
¿Eso es para mí?

MARIANA(Con tono de regaño)
¿Puede ser que siempre pienses que todo lo que traigan es para vos? Además no es de buena educación andar pidiendo.

RAMIRO (Avergonzado)
Perdón, mamá. Perdón, Coco.

Alicia habla con su hija, Mariana, aunque Ramiro solo escucha como si fuera un murmullo y se queda conversando con Coco.

COCO
Igual, te comento algo pero que quede entre nosotros, ¿te parece?

RAMIRO(Interesado, asiente con la cabeza)
Ni una palabra a nadie.

COCO(Con un tono más suave y bajo)
Bueno, cada uno de estos huevos tiene dueño, uno es para vos y los otros dos son para tus hermanos…

RAMIRO(Interrumpiendo)
Pero son tres huevos. ¿y Germán? Sería muy triste que nosotros comamos y él no.

COCO(Dándole el huevo)
Bueno, si querés dale un pedacito vos, si eso te hace sentir mejor…

Ramiro se aferra a su huevo.

COCO
Bueno… supongo que tu hermana le compartirá la mitad, si no, dentro de un rato salgo a comprar otro. ¿Dónde están tus hermanos?

RAMIRO(Meditabundo)
Estaban en el comedor hace un ratito, pero no sé. Si no están ahí, están en la pieza, pero no sé.

COCO
Bueno, te doy tu huevo a vos y ahora les llevo los otros dos regalos a tus hermanos.
Ramiro, entretenido, busca la punta del papel para desenvolverlo sin romperlo, entonces su madre lo ve.

MARIANA(Gritando)
¡Ramiro! ¿Qué estás haciendo?

Ramiro escucha el grito y se encoje los hombros y baja lentamente el huevo. Se voltea para mirar a su madre mientras, por atrás, esconde el huevo y pone cara de tonto como si no fuera él.

RAMIRO
Nada… ¿Por qué?

MARIANA(Negando con la cabeza)
Mejor comelo después, ahora vamos al comedor así veo lo que hiciste.
Ramiro acompaña a su mamá hacia el comedor, con mucho entusiasmo.

6 INT. COMEDOR DE LOS DIAZ - NOCHE
Mariana entra al comedor seguida por Ramiro. Este, con una sonrisa de oreja a oreja, ve a la mamá agarrándose la cabeza y con un movimiento de negación lo llama a Ramiro.

MARIANA(Con tono severo)
Yo tengo una duda. ¿Qué te mande hacer?

RAMIRO(Ya tímido)
Poner la mesa.

MARIANA
Muy bien. Ahora, ¿cómo te pedí que pusieras la mesa?

RAMIRO(Ya haciendo pucherito)
Los platos playos azules de cerámica y las copas.

MARIANA
¿Entonces me podés explicar por qué hiciste todo lo contrario? ¿Por qué…

RAMIRO (Interrumpiendo y con los ojos húmedos)
Pero puse la mesa como vos me dijiste, pero cuando llegó papá me dijo que habló con vos y que comíamos sopa y que cambiara las cosas.

MARIANA(Menos serena)
Ajá, entiendo. Bueno, ahora hablo con papá.
(Secándole los ojos)
Vos volvé a poner la mesa como te dije, cuando termines avísame y no te olvides de agregar un plato para Coco.

RAMIRO(Ya sacando la carita de puchero)
Bueno, pero no comemos sopa, ¿no?

MARIANA
No, quedate tranqui que no comemos sopa, ahora anda y apúrate que dentro de un rato viene el tío.

Ramiro otra vez junta todos los platos y los guarda y apoya la pila de platos playos azules con las copas para volver a colocarlas en la mesa. En ese momento entra Matías.

MATIAS
Che, enano, ¿qué estás haciendo?

RAMIRO(Sarcásticamente)
¿Nos ves que estoy poniendo la mesa?

MATIAS
Sí, ya sé, tontito, pero ¿por qué tanta formalidad para esta noche?

RAMIRO
¡Qué sé yo!

MATIAS
Bueno, ya que no sabes nada, andá y poné los platos que usamos siempre.

RAMIRO
¿Cuáles? ¿Los de vidrio áspero?

MATIAS(Con sarcasmo)
¿Y qué otros platos usamos? Y se llaman esmerilados, tontito.

RAMIRO (Bufando)
Ufa, che, me tenés re podrido, nene.

MATIAS(Quejándose)
¡Ah! Ya me estaba olvidando, cambia los copas por los vasos esmerilados y chiquitos porque es al pedo que pongas los nuevos, seguramente se va a romper alguna copa y ya es otro juego de vasos incompletos.

Ramiro mira con mala cara a Matías.

MARIANA(Desde la cocina)
Matías ¿qué estás haciendo en el comedor?

MATIAS
Nada, ma.

MARIANA
Entonces, si no estás haciendo nada, andá a limpiar la pieza porque el tío viene en un rato.

MATIAS
Ahí voy.

Matías sale de la habitación dirigiéndose a su dormitorio. El nene cambia la vajilla de la mesa, enojado y gruñendo por lo bajo. Guarda los platos que estaban colocados y saca los platos esmerilados. Luego guarda una copa y saca un vaso sucesivamente. Ya tiene la mitad de las copas cambiadas por vasos cuando entra Micaela con Germán.

MICAELA
Rami, ¿por qué pusiste así la mesa?

RAMIRO
Porque me lo dijo Matías.
(Con tono burlón)
Que es una manera muy formal la anterior.
(Cambiando de tono pero poniendo cara de chinchudo)
¿Por qué? ¿Tiene algo de malo?

MICAELA
No, pero la pusiste igual que siempre y no entiendo.
(Hablando a Germán)
Amor, ¿podes ir agarrando la correa y preparás a la perra?

GERMAN
Sí, no hay drama, ¿vos tenés plata?

MICAELA
Agarra de la latita.
(Volviendo hacia Ramiro)
Sabés, quedaría mejor si ponés los platos playos de cerámica azules, dejá las copas y poné los individuales del mismo color de los platos así hacen juego.

RAMIRO(Con bronca y elevando la voz)
Ahora te digo yo algo a vos. Me tienen cansados vos y Matías diciéndome qué tengo que hacer y qué no ¿Por qué no lo vienen a hacer ustedes?

MICAELA(Desconcertada. Con voz de enojada)
¿Sabes por qué? Porque si vos hubieras ayudado hoy al mediodía para ordenar la casa, ahora te estaríamos ayudando pero, si vos decidiste no hacer nada, ahora jodete. Acordate del dicho: ojo por ojo, diente por diente.

RAMIRO(Con desesperación, sin saber qué contestar)
Y vos… Este, vos… Vos sos…
(Mira para todos lados como buscando una palabra)
¡Pelotuda!

Micaela se va hasta donde está Germán que la estaba esperando en la puerta de entrada, y salen los dos.
Ramiro trata de tranquilizarse y se pone a tararear otra canción (esta vez una canción scout), pone en la mesa los 11 individuales, luego pone las copas afuera del individual y centrados. Más tarde, los platos centrados en el individual y los cubiertos del lado derecho. Ya tranquilo y contento porque terminó de poner la mesa, va a buscar a su mamá. En ese momento, la abuela empieza a inspeccionar cómo puso la mesa.

ALICIA
Ramiro, el cuchillo va del lado derecho y el tenedor del lado izquierdo, no los dos del lado derecho.

COCO(Interrumpiendo)
Ali, no te metas, no es asunto tuyo. Dejá que ahora venga Mariana y se encargue.

ALICIA(Sigue hablando sin dar importancia a las palabras de Coco)
El vaso va del lado derecho pero no muy al borde.

Ramiro escucha y se va enojando pero trata de disimular, asintiendo con la cabeza a cada palabra que le dice su abuela y una sonrisa. Carlos entra a la habitación y ve el panorama.

CARLOS
Alicia, ¿qué se supone que estás haciendo?

ALICIA
Diciéndole cómo se hacen las cosas bien.

CARLOS
¿Qué tiene de malo lo que hizo? Con la edad que tiene me parece que le salió perfecto.

ALICIA
No, pero tenés que enseñarle ahora, si no, no aprende más.

CARLOS
Para eso estoy yo y la madre, vos venís a estar tranquila y a no hacerte drama por todo.

COCO(Hablando con timidez, como si quisiera pedir permiso y agarrando a Alicia con la mano izquierda del hombro y la mano derecha del antebrazo)
Tratá de tranquilizarte, sentarte y no te metas porque la que va a terminar peor, sos vos.

ALICIA (Casi gritando)
Pero no, esto no es así, si no le enseñan desde chico no aprende, aparte no le dije nada de malo. ¿O acaso no puedo opinar de lo que me parece bien para mi nieto?

Entra Mariana escuchando los gritos.

MARIANA
¿Se puede saber qué está pasando?

CARLOS
La loca de tu madre se pone mal al pedo porque no se pone la mesa como dice ella.

MARIANA (Tratando de apaciguar la situación)
Bueno, igual la mesa no está puesta como dije, así que, mami, no te hagas problema por algo tan tonto.

Matías entra al comedor con una bolsa de basura en la mano derecha. Del otro lado de la habitación, entran de la calle Micaela y Germán.

MATIAS
Che, manga de locos, bajen el tono de voz, no se pueden poner así por una mesa, aparte hay demasiado lujo por una noche.

MICAELA
No ves que sos un mamerto. En el día de la madre, por lo menos que estén las cosas bien, y sí, se merecen que la abuela y mamá tengan el lujo de tener una buena mesa.

MATIAS
Vez que siempre hablás pelotudeces, ¿a quién le importa cómo está la mesa? Mientras se pueda comer, alcanza.

Carlos sigue discutiendo con Alicia, Coco trata de tranquilizarla, Matías con Micaela, Germán trata de que Micaela se vaya y no dé bola a la situación y Mariana trata de frenar todas las discusiones sin mucho éxito.
En plena discusión, suena el timbre. Todos se quedan congelados, Mariana atiende el portero que está en la cocina. Vuelve.

MARIANA
Es Gabriel. Arréglense, sobre todo, estén tranquilos y con alegría.

La familia se arregla y hace caso a las palabras de Mariana y va a recibir a Gabriel y su familia, mientras Ramiro se queda sentado en el banquito que consiguió para buscar los vasos, con cara de enojado, los brazos cruzados y balanceando los pies de adelante hacia atrás.

7 INT. PATIO DELANTERO DE LA CASA DIAZ - NOCHE
Toda la familia recibe a Gabriel (37 años), su esposa, Jorgelina (30 años), y Victoria, su hija (15 meses), haciendo como que no pasó nada y que están muy contentos.

CARLOS
Menos mal que llegaron porque nos estábamos muriendo de hambre.

Gabriel le da a Micaela la beba para que le haga upa.

GABRIEL
Nos atrasamos un poco porque la gorda se hizo caca saliendo de casa y volvimos a entrar a la casa, para cambiarle el pañal. Todavía seguimos sin entender cómo se manchó todo el pantalón y le espalda, por lógica la bañamos y le cambiamos toda la ropa.

CARLOS
Sí, en esos momentos es cuando agradezco tener a los chicos más grandes.

MARIANA
Pero no nos quedemos acá parados, entremos y nos ponemos cómodos.

Entra la familia, Coco hablando con Matías, Jorgelina hablando con Alicia, Mariana y Micaela (la cual sostiene a Victoria) y Carlos hablando con Gabriel y Germán.

8 INT. HALL DE LA CASA DE LOS DIAZ - NOCHE
Gabriel entra y apoya su campera y el bolso de la beba en el piso. De a poco entra cada persona al hall y este empieza a quedar chico.

GABRIEL
Acá falta alguien.

JORGELINA
Es verdad, ¿dónde está Ramiro?

MARIANA
Debe estar en el comedor, aprovechen a ir yendo y acomódense en la mesa, que yo me voy a fijar si falta mucho para la comida.

Gabriel con Jorgelina son los primeros en ir al comedor, el resto de la familia los sigue, exceptuando a Mariana que va hacia la cocina.

9 INT. COMEDOR DE LOS DIAZ - NOCHE
Al entrar al comedor todos quedan boquiabiertos al ver cómo Ramiro puso la mesa. En la mesa hay 10 platos y cubiertos de plásticos y vasos con dibujos infantiles. Y Ramiro está sentado a la mesa pero en su lugar hay un individual, con un plato de cerámica azul, una copa y los cubiertos. En ese momento, entra Mariana y lo primero que ve es la cara de cada integrante de la familia.

MARIANA(Pregunta con ingenuidad)
¿Qué pasó? ¿Y esas caras a qué se deben?

MATIAS
Mirá la mesa.

Mariana voltea y ve la mesa. Luego se queda boquiabierta.
Ramiro ve que llegaron todos.

RAMIRO(Con carita de angelito inocente)
Mami, ¿falta mucho para la comida?