martes, 23 de septiembre de 2008

Festejo docente

Luego del acto los docentes nos reunimos en la biblioteca donde compartimos un grato momento y despedimos a nuestros compañeros jubilados (mejor dicho Egresados de la actividad) Ellos son:


Aldaya, Yolanda

Barbero, Maruja

Coronel, Mary

Carnelli, Liliana

Caligaris, Silvia

Casal, Suzzi

Castro Huergo, Elena

Isernia, Aurora

Mola, Rosalía

Molas, Clorinda

Markman, Margarita

Mora, Carlos

Perandone, María del Carmen

Prieto Ovejero, Elsa





Muchas gracias por sus aportes dados a nuestra escuela.

Como regalo sorpresa, el profesor Marcelo Gril, realizó un monólogo.



domingo, 21 de septiembre de 2008

La noche de las lapices

Recordamos a los alumnos desaparecidos aquel 16 de septiembre

El acto fue preparado por los alumnos del centro de estudiantes con colaboración de los docentes.
El profesor de Mimo Hugo Falcón, profesor de mimo y expresión corporal realizó una representación encarnando a cada uno de los seres involucrados.






El centro de estudiantes representó lo vivido por el grupo de adolescentes de aquellos tristes tiempos de nuestro país.



miércoles, 17 de septiembre de 2008

Día del maestro 2008


Al acto del Día del maestro se invitó a los/as profesores/as que se han jubilado durante el año 2007 y principio del 2008.
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Las alumnas de 5to 3ra, Emilia Anponi y Ayelén Cullen, junto con la Profesora Mónica Romano Ballestero reflexionaron filosóficamente sobre el proceso de la educación y escribieron el siguiente texto en el cual se refleja al aprendizaje como una construcción personal

La Alegoría de la caverna es un relato metafórico ingeniado por el filósofo Platón para ayudar a comprender y relacionar algunos aspectos relacionados con la educación y el estado natural de los seres humanos.

Este relato se caracteriza por narrar una situación en la que se encuentran prisioneros en el fondo de una caverna, hay fuego que los alumbra. Más atrás, se encuentra la entrada. Fuera de ella, detrás de una tapia, un grupo de hombres pasa diariamente cargando objetos y a veces hablando. Esto significa que lo único que pueden ver los prisioneros son las sombras de los hombres que pasan afuera, reflejados en el fondo de la caverna, y escuchar sus voces en forma de eco. Así, esas sombras constituyen la única realidad para ellos, al ser lo único que perciben.

Si se decidiera liberar a uno de los prisioneros, y se le mostrara el mundo real, tal como nosotros lo percibimos a diario, todo le parecería muy confuso y, asustado, querría volver a su caverna, donde se sentiría seguro. De a poco, luego de un tiempo, podría acostumbrarse al mundo en que ahora vive, y deslumbrado por su belleza y magnitud, se inclinaría a contemplarlo y a realizarse preguntas sobre lo que lo rodea. Sentiría que ha ampliado muchísimo sus capacidades y ya no querría volver a la oscura y sombría caverna.

Al analizar la alegoría de Platón, suele decirse que los prisioneros representan al hombre no educado, ignorante, que cree todo lo que ve y escucha. La liberación del prisionero simboliza el principio de la educación; el miedo que tiene simboliza lo temores que las personas poseen al comenzar a estudiar algo nuevo, que al principio le parece difícil. El prisionero quiere volver a su anterior estado, como podría pensar una persona que abandona sus estudios por considerarlos difíciles, porque es más cómodo permanecer en la ignorancia que realizar esfuerzos para instruirse cada día más. Pero cuando el prisionero decide afrontar sus miedos y permanece en ese nuevo mundo, se acostumbra y cada vez se siente más deslumbrado con las cosas que lo rodean, y quiere seguir investigando. Este es el espíritu curioso del ser humano. Y representa las ganas de seguir estudiando y aprendiendo cuando uno ya está encaminado.

Se podría ir más allá de la implementación clásica que se realiza y pensar si realmente el prisionero ha salido de su caverna al mundo real, o si nosotros mismos somos prisioneros de una ignorancia crónica que tendremos todo nuestra vida, al no poder descifrar los grandes misterios del universo, las grandes preguntas sin respuestas que nos desvelan a diario, sobre el mundo en que vivimos. Podría pensarse que nosotros somos, de algún modo, prisioneros de una caverna, que es el mundo real, pero que hay cosas más allá de esto que conocemos, hay un exterior de la caverna que no sabemos si algún día vamos a conocer y entender.

Luego de este profundo análisis podemos afirmar analógicamente: El maestro cumple la función de enseñar, de ayudar al otro a aprender, como el prisionero al ser liberado, pero el aprendizaje es una construcción del alumno, él es el que produce la verdad. El objetivo de cualquier maestro es que puede producirse una transformación en su alumno gracias al nuevo saber. Ellos nos ayudan a pensar, a pesar que muchas veces nos negamos pero gracias a ellos, que nos guían para salir de la caverna, es que los alumnos podemos elegir que camino tomar, podemos decidir acerca de nuestro destino, avanzar por el camino escarpado."